
La cubierta para piscinas es una solución que atrae cada vez a más propietarios. No solo protege la piscina de la suciedad y las inclemencias del tiempo, sino que también garantiza el acceso al agua y prolonga la temporada de baño. Sin embargo, la instalación de una cubierta para piscina debe cumplir con normas estrictas, en particular la norma NF P90-309, para garantizar una seguridad óptima y cumplir con la ley.
¿Por qué instalar una cubierta para piscina?
Una cubierta para piscina ofrece varias ventajas importantes:1. Mayor seguridad: una cubierta cerrada impide el acceso involuntario a la piscina y reduce el riesgo de ahogamiento, especialmente para los niños pequeños.
2. Protección contra la suciedad: al limitar la entrada de hojas, insectos y polvo, facilita el mantenimiento de la piscina y reduce el consumo de productos químicos.
3. Conservación del calor: gracias al efecto invernadero, la cubierta permite aumentar de forma natural la temperatura del agua y prolongar la temporada de baño sin necesidad de recurrir a calefacción adicional. Reducción de la evaporación: Al cubrir la piscina, se limita la evaporación del agua y se contribuye a una gestión más económica y ecológica de la piscina.
Los diferentes tipos de cubiertas para piscinas
Existen varios modelos de cubiertas para piscinas, cada uno de los cuales ofrece características específicas en términos de diseño, practicidad y coste.1. La cubierta baja
Discreta y estética, la cubierta baja se coloca justo por encima de la superficie del agua. Permite conservar el calor y proteger la piscina sin ocupar mucho espacio. Por lo general, es deslizante o elevable para facilitar el acceso al agua.Ventajas:
- Calienta el agua de forma natural.
- Fácil de manejar.
- Ocupa poco espacio.
Inconvenientes:
- No se puede bañar debajo de la cubierta.
- Menos protección contra el frío en invierno.