
Un agua cristalina y limpia es el sueño de todo propietario de piscina. Sin embargo, sin un mantenimiento riguroso y una atención especial a los parámetros químicos, su piscina puede volverse rápidamente turbia, verde o incluso peligrosa para el baño. Un agua bien equilibrada no solo es más agradable, sino que también protege su equipo contra el desgaste prematuro y limita el uso excesivo de productos químicos. En esta guía, veremos en detalle cómo conseguir y mantener un agua perfectamente limpia combinando las buenas prácticas de equilibrio químico, filtración y limpieza.
Un buen equilibrio químico
El secreto de un agua clara reside ante todo en su equilibrio químico. Un agua desequilibrada puede volverse turbia, favorecer la proliferación de algas y provocar irritaciones en la piel y los ojos. Estos son los principales parámetros a tener en cuenta:- El pH: Idealmente entre 7,2 y 7,6. Un pH demasiado bajo hace que el agua sea agresiva y corroa los equipos, mientras que un pH demasiado alto reduce la eficacia de los tratamientos químicos.
- La alcalinidad: Debe estar entre 80 y 120 mg/L. Una alcalinidad bien ajustada estabiliza el pH y evita variaciones demasiado bruscas.
- El cloro: Mantenga un nivel de entre 1 y 3 mg/L para una desinfección óptima. Demasiado poco cloro favorece la aparición de bacterias y algas, mientras que un exceso de cloro puede causar irritaciones. El estabilizador: Es indispensable para las piscinas tratadas con cloro, ya que lo protege de la evaporación causada por los rayos UV. Su nivel no debe superar los 50 mg/L, ya que de lo contrario se reduce la eficacia del cloro.
Una filtración eficaz
La filtración desempeña un papel esencial en la calidad del agua. Sin una circulación continua y un filtro limpio, incluso los mejores tratamientos químicos serán ineficaces. Estos son los pasos a seguir para garantizar una filtración óptima:- Duración de la filtración: Debe adaptarse a la temperatura del agua. Una regla simple: divida la temperatura por dos. Por ejemplo, para agua a 28 °C, la filtración debe funcionar 14 horas al día.
- Limpieza del filtro: Ya sea un filtro de arena, de cartucho o de diatomeas, debe mantenerse regularmente. Un filtro sucio reduce la circulación del agua y favorece la proliferación de algas.
- Comprobación de los skimmers y la bomba: Los skimmers retienen las impurezas flotantes y deben vaciarse con frecuencia. La bomba debe funcionar correctamente para garantizar una buena circulación.
Una limpieza regular
La limpieza manual y mecánica de la piscina es esencial para evitar la acumulación de suciedad y microorganismos. Estos son los pasos esenciales:- Uso del recogedor: Pase el recogedor todos los días para retirar las hojas, insectos y otras impurezas flotantes.
- Cepillado de las paredes: cepille las paredes y el fondo del estanque al menos una vez a la semana para eliminar los depósitos de cal y las algas.
- Paso del robot limpiador: un robot automático o un cepillo aspirador eliminan la suciedad depositada en el fondo del estanque.
Tratamientos preventivos
Además de los tratamientos básicos, existen productos preventivos para mejorar la calidad del agua y evitar problemas comunes:- Anti-algas: Añada un anti-algas preventivo cada semana para evitar su aparición.
- Floculante: Ayuda a agrupar las partículas finas que pasan a través del filtro, haciendo el agua más clara.
- Reguladores de pH: En caso de variaciones frecuentes del pH, un regulador automático puede facilitar la gestión.