
Instalar una cubierta automática para la piscina es una decisión que aporta muchas ventajas: mayor seguridad, reducción de la evaporación del agua, protección contra la suciedad y ahorro de energía. Sin embargo, para aprovechar al máximo esta inversión, es fundamental tener en cuenta varios criterios antes de tomar una decisión. Esta guía le ayudará a evaluar los puntos esenciales para elegir la cubierta automática más adecuada para su piscina.
¿Por qué optar por una cubierta automática?
A diferencia de las cubiertas clásicas, las cubiertas automáticas ofrecen una solución práctica y duradera para proteger su piscina. Funcionan gracias a un motor eléctrico o hidráulico, lo que permite abrirlas y cerrarlas fácilmente y sin esfuerzo. Su principal ventaja es su capacidad para garantizar una seguridad óptima, en particular al impedir el acceso a niños pequeños, lo que la convierte en un dispositivo que cumple con las normas de seguridad obligatorias.1. El tipo de cubierta automática
Existen varios tipos de cubiertas automáticas, cada una con sus características específicas:- La cubierta enrollable sobre el suelo: Fácil de instalar, se enrolla alrededor de un eje motorizado situado en el borde del estanque.
- El toldo sumergido: Más discreto, se instala bajo la línea de flotación y permanece invisible cuando está enrollado.
- La lona automática: Más asequible, se despliega mecánicamente sobre el agua y puede fijarse a los bordes. La elección del modelo depende principalmente de sus necesidades en cuanto a estética, presupuesto e integración en su piscina. Antes de instalar una cubierta automática, es importante verificar la compatibilidad con su piscina. Algunos modelos requieren un espacio específico para la instalación del motor y el sistema de enrollado. Si su piscina ya está construida, será más fácil instalar una cubierta elevada, mientras que en una piscina de nueva construcción es preferible una cubierta sumergida. La forma y el tamaño de la piscina también influyen en la elección de la cubierta. Las cubiertas automáticas son más adecuadas para piscinas rectangulares, mientras que las piscinas de formas libres requieren soluciones a medida, a menudo más costosas.
3. El sistema de motorización
Las cubiertas automáticas funcionan con un motor eléctrico o con un sistema hidráulico. El motor eléctrico es el más común y el más fácil de mantener. Por lo general, funciona con una alimentación de 24 V o 220 V y puede controlarse mediante un mando a distancia o un interruptor de pared. Los sistemas hidráulicos, aunque más robustos, requieren una conexión específica y un mantenimiento más exhaustivo. Suelen utilizarse para cubiertas de alta gama e instalaciones que requieren una gran resistencia a la intemperie. La resistencia y durabilidad de los materiales La longevidad de una cubierta automática depende directamente de los materiales utilizados para su fabricación. Las lamas de los persianas enrollables pueden ser de PVC, policarbonato o aluminio. El policarbonato, aunque más caro, ofrece una mayor resistencia a los golpes y a los rayos UV, lo que reduce el riesgo de deterioro prematuro. Las lonas automáticas, por su parte, deben tratarse contra los rayos UV y el cloro para evitar un desgaste rápido. También se recomienda optar por fijaciones inoxidables para evitar la corrosión en ambientes húmedos. 5. Mantenimiento y facilidad de uso Una de las principales ventajas de las cubiertas automáticas es su facilidad de uso. Sin embargo, para garantizar su buen funcionamiento a largo plazo, es necesario un mantenimiento regular. Estas son algunas recomendaciones:- Limpiar regularmente las cuchillas de la persiana para evitar la acumulación de algas y residuos.
- Comprobar el buen funcionamiento del motor y lubricar los ejes si es necesario.
- Compruebe el estado de las fijaciones y asegúrese de que ninguna pieza presente signos de corrosión.
6. El presupuesto a prever El precio de una cubierta automática varía en función del tipo de producto, los materiales y la motorización. De media: Un toldo sobre el suelo cuesta entre 3000 y 6000 euros. Un toldo sumergido cuesta entre 6000 y 12 000 euros.
Una cubierta automática puede costar entre 2000 y 5000 euros.
Estos precios suelen incluir la instalación, pero siempre es mejor pedir varios presupuestos para comparar las ofertas. A largo plazo, una cubierta automática permite ahorrar en el mantenimiento de la piscina, el consumo de agua y los productos químicos, lo que rentabiliza la inversión.Una elección estratégica para un confort y una seguridad óptimos
La elección de una cubierta automática no debe tomarse a la ligera. Es importante tener en cuenta la compatibilidad con su piscina, el tipo de motorización, los materiales utilizados y el presupuesto disponible. Una vez bien instalada y mantenida, se convertirá en una gran ventaja para la seguridad y la durabilidad de su piscina, a la vez que ofrece una comodidad de uso sin igual.